Es un material que se obtiene a partir de la pulpa de madera, del cartón reciclado o de una mezcla de ambos.
Grueso, rígido y resistente, tiene un color marrón y es completamente reciclable.
Se utiliza para embalajes y, dada su rigidez, resulta ideal para fabricar cajas de archivo, que preservan muy bien los documentos.
Viene en varios calibres: 450, 540, 620, 790 y 930 kgf/m2 (kilogramos fuerza por metro cuadrado), los cuales dependen de la densidad del corrugado, siendo el 930k, el más resistente al aplastamiento, pero también el más costoso.
Las cajas para archivo se fabrican principalmente en C620k, que brinda una resistencia adecuada a un precio económico.
Una caja con pared triple en C620k (como la X300r), es más resistente y económica que otra X300 con pared sencilla en C930k.
En tanto, las cajas X200 solo vienen con pared sencilla, pues no deben apilarse.